Un
árbol está cansado de estar en el mismo lugar de siempre, y sueña que lo corten
y lo conviertan en un mueble. Un niño escucha sus quejas y se ofrece a ayudarlo
convenciendo a su abuelo, que es un leñador, que lo tale. No obstante, su
abuelo le explica que ese árbol lo sembró con su papá, por lo que es muy
especial y útil para todos; sirve para que la gente descanse, las aves hagan
sus nidos, los insectos se alimenten.
¿Hasta
cuándo viviremos así?
La
contaminación ambiental o el calentamiento global, es uno de los temas que más
se están hablando actualmente, estos tienen como consecuencia la muerte de
especies, animales, plantas y hasta de nosotros mismos, y que están aumentado
más progresivamente, en vez de disminuir.
Los
niveles de contaminación crecen día a día, y los únicos responsables de todo
esto, somos nada más y nada menos que nosotros mismos los humanos. Se supone
que por la inteligencia que tenemos deberíamos ser incapaces de destruir
nuestro propio planeta. Estando en el silgo XXI, las cosas no han mejorado,
incluso se han desarrollado nuevos materiales químicos y procesos que los
emplean que dañan aún más el medio ambiente. Los mayores causantes son la
liberación de dióxido de carbono de los automóviles y fábricas. Y la superpoblación,
que provoca la erradicación de áreas verdes de gran magnitud, el arrojo
inescrupuloso de desechos en los ríos y mares, el uso descontrolado de terrenos
de cultivo y una mayor actividad industrial que aumenta las emisiones de gases
tóxicos.
Según
la PNUMA (Programa de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente) “la
contaminación y la degradación del medioambiente causan la muerte prematura de
12,6 millones de personas al año, cifra 234 veces superior a la que provocan
los conflictos armados”.
¿Qué
puede hacer el ser humano para evitar los efectos de la contaminación
ambiental? En primer lugar, se debe evitar la deforestación, pues los arboles
constituyen la única fuente de oxígeno que tiene el planeta. El reciclaje
también es un proceso muy valioso, mejorando la calidad de vida en las
ciudades. Asimismo, el hecho de contaminar las aguas, ya que representan un
elemento esencial para todo ser vivo. Mientras que las instituciones educativas
deberían impartir cursos que ayuden a cambiar la mentalidad de las personas en
pos de un desarrollo sostenible, la sociedad no muestra signos de querer
mejorar.
¿Cómo
puede ser que el hombre destruya el mundo, su hogar? ¿Qué queremos lograr? ¿Qué
le vamos a dejar a las futuras generaciones?
No hay comentarios:
Publicar un comentario